Nací en un lejano país de habla rusa, pero gracias a mi abuela con tres años ya cantaba canciones cubanas. Me enamoré de la lengua española para siempre y me licencié en filología hispánica por la Universidad Lingüística Estatal de Minsk, mi ciudad natal. En 1998 me trasladé a Madrid, donde resido desde entonces.
Desde siempre he sido una lectora apasionada y hoy comparto esta afición con mi hija. Gracias a ella he vuelto a sumergirme en la literatura infantil hasta tal punto, que he decidido crear mis propias historias.
Me encanta escribir.
Lo hago para los niños que quieren descubrir el mundo a través de las palabras.
A veces, también escribo para las empresas que buscan la magia en los textos.
Me apasiona traducir.
Disfruto mucho buscando matices, colores y sabores para que las traducciones mantengan su esencia, sensibilidad y bagaje cultural.
Me ilusiona crear proyectos únicos que reúnen a su alrededor a personas de diferentes culturas y disciplinas.
Pero lo que más me gusta es contar historias.
Algunas veces las creo yo misma. Otras, en cambio, las hago mías mientras las traduzco a la lengua española.